“¿Por qué no debe aparecer esa fotografía en la prensa, si es lo que está pasando?” Éstas son las palabras de muchas personas a la hora de debatir sobre si está bien publicar cualquier imagen, por sensacionalista que sea, en un medio de comunicación. La labor del periodista es la de informar de lo que está aconteciendo en el mundo y, si lo puede ilustrar, mejor.
Ahora bien, ¿cualquier fotografía sirve para dar información y explicar mejor lo que está sucediendo? Yo creo que no. En muchas ocasiones no se busca la fotografía más informativa, sino la más impactante, la que sea capaz de llamar más la atención del lector para que lea ese reportaje o atienda a esa noticia.
Hay personas que defienden dichas imágenes ya que es una forma de concienciar, o simplemente de hacer que lean la noticia ya que de otra manera no lo harían. Personalmente creo que el límite está en cumplir con los derechos de la persona, el derecho a intimidad y a la propia imagen que tenemos todos.
Recuerdo una imagen publicada en portada el día de Reyes en El Mundo que mostraba a dos bebés palestinos muertos. Es cierto que en ese momento estaba ocurriendo eso, bebés estaban muriendo a causa del ataque por parte de Israel pero no creo que fuera necesario mostrar los cuerpos sin vida pudiendo identificar a las criaturas tan fácilmente.

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