jueves, 2 de diciembre de 2010
Imágenes de lo que “está pasando”
Indiferencia como consecuencia de un sensacionalismo cruel
Y todo esto es la consecuencia de unos medios de comunicación que poco a poco nos han ido acostumbrando a ser testigos de los acontecimientos a acercarnos lo máximo posible a lo ocurrido aunque esto signifique presenciar la muerte de una persona en directo o ver una madre echada en el suelo llorando la muerte de su hijo de cuatro años, muerto en un ataque terrorista o como víctima de un conflicto.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
¿Sensacionalista? Yo creo que no...
La imagen atraviesa por un cuidadoso proceso de selección antes de su publicación y, aplicado a la prensa de información general, dicha selección tiene en cuenta criterios mucho más estrictos.
En mi opinión, la fotografía elegida, por supuesto debe ser informativa. Muchas veces contextualiza los hechos y la forma en que estos ocurrieron. Si la imagen es o no morbosa muchas veces lo decide el ojo que la mira, pues hay opiniones para todos los gustos.
Creo que las imágenes de la devastación ocurrida en Haití eran necesarias para mostrar una pequeñísima parte de la terrible situación y la falta de medios por la que atraviesa ese país cuando ocurren catástrofes naturales de este tipo. Pienso que, sin llegar al morbo, contribuyen a hacer despertar a la sociedad, animan a la protesta, ya sea contra el medio que la publica como el país que no pone ningún remedio para evitar futuros sucesos de tal calibre.
Una imagen impactante capta la atención y es lo que, en casos así, aprovechan los medios. ¿Por qué no utilizar el poder de la imagen para movilizar? ¿Acaso sería mejor omitirlas?
En el caso de la mujer violada en Méjico, es cierto que la polémica está servida. Es una fotografía buscada, no espontánea. Y muchos pensarán que podría haberse publicado en portada esa otra mitad de la fotografía donde también aparecían cadáveres pero no de forma tan explícita. Pero visto de forma lo más objetiva posible, no fue una imagen fabricada ni provocada. Sino un hecho que ocurrió de verdad, con un cadáver de verdad y una denuncia. Por ello, la fotografía no buscaba el morbo sino informar acerca de una realidad que se repite día a día en Ciudad de Juárez y de la que no parecemos ser realmente conscientes.
Me llama mucho la atención el comentario que hace Goyo Rodríguez, subdirector, responsable de El País Semanal, sobre la comodidad de poder haber publicado cualquier otra fotografía del reportaje. Y estoy de acuerdo con la reflexión que hace: "Pero, ¿la comodidad ayuda a cambiar una realidad tan terrible?". Me parece acertado invitar así a la reflexión.
Como veis, he encontrado algunos ejemplos de fotografías de los dos últimos siglos. Me han parecido muy ilustrativas y que invitan a meditar sobre si su ocultación se traduciría en una mejor cobertura de los hechos por resultar menos incómodo; o si, por el contrario, desemboca en el engaño, en la falta de sinceridad y respeto al ciudadano omitiendo deliberadamente imágenes que completarían su conocimiento sobre los hechos. Yo opto por la segunda opción. Cruzamos la línea hacia lo sensacionalista cuando no aportan información relevante sobre los acontecimientos. Actualmente se publican fotografías morbosas y nada informativas en las contraportadas de los diarios deportivos y nadie escribe al Defensor del Lector protestando por ellas: y, al igual que la fotografía de la mujer violada, buscan la desnudez y la estética, ¿no?
viernes, 26 de noviembre de 2010
El centro trabaja la regeneración de ocho corazones- Foto Hospital G.Marañón,Madrid
Órganos bioartificiales para transplantes, algo que muchos hospitales llevaban barajando y tratando de poner en marcha en sus centros. Lo llevará a cabo el hospital madrileño Gregorio Marañón a través de células madre adultas. La gran noticia que nos ofrece este acontecimiento será la posibilidad de eliminar las largas listas de pacientes a la espera de un transplante. Esto será posible con la fabricación de estos “repuestos”.
Este artículo fue publicado en el periódico La Razón el pasado 2 de noviembre. Y la imagen nos muestra cómo dos cirujanos regeneran un corazón para su uso en un futuro transplante.
La composición de la imagen es descriptiva, pues concuerda con lo que relata el titular y lo completa ilustrativamente. Lo que más llama la atención de la fotografía es la ausencia de rostros, ya que lo único que se ve de las personas que aparecen en ella son sus manos. Otro elemento que destaca es el hecho de que el “paciente” es el propio corazón, no hay una persona, un cuerpo identificable. Sólo un órgano sobre la camilla, al que uno de los cirujanos cose cuidadosamente mientras el otro ayuda a tensar la seda.
Puede parecer que es una imagen estática, ya que, aunque sus manos están en movimiento, no lo apreciamos. Esto ofrece al espectador una sensación de delicadeza, suavidad y pausa en cuanto a cómo se lleva a cabo el trabajo médico en operaciones de este tipo.
El color predominante en la imagen es el azul y el blanco, lo que “choca” con el anaranjado del corazón. Un color cálido en contraste con uno frío hace que la vista se dirija directamente a él, por pequeño que sea el elemento en cuestión. El peso visual, por tanto, está en él.
Los elementos de mayor luminosidad son principalmente los guantes blancos de los médicos y los brillos del corazón, lo que denota en él humedad, vida, que es de lo que se trata en último término. Su objetivo es prolongarle la vida a quien creía que pronto acabaría para él.
La noticia puede visitarse en el enlace http://www.larazon.es/noticia/7575-el-primer-laboratorio-del-mundo-para-crear-organos-bioartificiales-para-trasplantes-en-madrid
M.Eugenia
Furia alemana contra el tren nuclear
La imagen elegida y el artículo correspondiente proceden del periódico El Correo, del día 8 de noviembre de 2010. En él se hace referencia a un tren cargado con 123 toneladas de material altamente radioactivo, el cual inició su recorrido desde la localidad francesa de Le Hague. Su carga tiene como destino Gorleben en Baja Sajonia, lugar hasta el cual el material será desplazado en camiones desde Dannenberg.
Los activistas lograron ocupar alrededor de doscientos metros de vías ferroviarias y provocaron un retraso de la marcha del tren de más de diez horas.
En la foto que acompaña este artículo podemos apreciar a varios policías que parecen intentar evitar el acercamiento de los manifestantes a las vías ferroviarias y con ello el bloqueo de éstas.
El policía que resalta en primer plano tiene el brazo estirado y parece ser que empuja al activista para que no se acerque más a las vías, mientras este se cubre y se podría interpretar su gesto como una forma de cubrirse ante el gesto represivo del agente.
Esta foto refleja la polémica de siempre entre " el pueblo llano" que se revela y las autoridades que intentan mantener el orden y en realidad favorecen los intereses de terceros.
El titular por su parte es demasiado simple y sensacionalista. No explica en absoluto lo ocurrido si no que simplemente suscita al lector ignorante del acontecimiento a pensar en una violencia incontrolada por parte de los activistas. Las palabras tren y nuclear son las únicas palabras que revelan en parte el contenido del artículo. Además, ni la fotografía ni el titular expresan el protagonista real del hecho que es la preocupación de la población respecto al material radioactivo que transporta el tren y los problemas de salud que esto conlleva para la localidad que tiene como destino. Para mi, éste es un claro ejemplo sensacionalista.